El pedo del vasco

En una noche tranquila en un caserío cerca de Bilbao, se oye un enorme pedo.El hijo pregunta:-Padre, has sido tu?-Si, hijo mío, he sido yo.-Ya, ya me parecía mucho pa la mula!!

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Vascos ligan con francesas

Estaban dos vascos de pueblo en el campo, cuando de repente se les acercan dos francesas y les dicen:– ¿Ustedes querer follar?Y dice uno de los vascos:– Ostia Pachi que estas quieren echar un quiqui.Se van a acercar a las francesas y les dice una sacando un preservativo:– No, no

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Un andaluz en una farmacia de Bilbao

Entra un andaluz en una farmacia de Bilbao:– Hola, buenos días. Me da una aspirinita…– Qué leche aspirinita, chaval. Aquí una Aspirinota y te la llevas rodando pues…– (Joer…) Bueno, vale y me da también un jarabito…– Pero ¿qué dices?. En la farmacia del Patxi un Jarabote en garrafa y

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Catalán donante de sangre

Esto es un catalán que esta escuchando la radio y decide acudir a una llamada de auxilio para un hombre que ha tenido un accidente, y que necesita un donante de sangre.El hombre que necesitaba la transfusion es un andaluz, que agradecido por salvarle la vida, le regala un cortijo

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Saludable

– Soy una persona muy saludable.– ¿Haces mucho deporte y comes sano?– No. Es que la gente me saluda por la calle y yo… pues les devuelvo el saludo.

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Toalla

-En que se parecen las matemáticas a una toalla? -En que las matemáticas “se calculan” -Y la toalla “seca el culo”.

Atención con el correo electrónico

La siguiente historia demuestra que hay que cerciorarse de las direcciones de correo electrónico antes de enviar uno, para evitar malos entendidos o males mayores. Un hombre dejó las nevadas calles de Chicago para pasar unas felices vacaciones en la soleada Florida. Su esposa estaba en viaje de negocios y habían planeado encontrarse en Miami al día siguiente. Cuando el hombre llegó al hotel, después de haber pasado el día en la playa bajo los cocoteros y harto de refrescos tropicales, decidió enviar a su mujer un e-mail para contarle las maravillas del lugar. Como no encontró el papelito donde tenía apuntada la dirección, se arriesgó a tirar de memoria y rezar para que fuera correcto. Pero, por desgracia, se equivocó en una letra y el mensaje se dirigió hacia la esposa de un pastor protestante que había muerto el día anterior. Por la noche, esta mujer decidió leer el correo para ver las condolencias que había recibido; cuando miró el monitor dio un respingo, pegó un grito y cayó tiesa, muerta al suelo. Al oír el grito sus familiares corrieron a donde se encontraba y leyeron lo siguiente en el correo que mostraba el monitor: Querida esposa: Acabo de