En un pueblecillo cerca de Pamplona, España, vivia una señora llamada Maria Cortes, la cual era muy querida por cada uno de los habitantes de dicho pueblo, que decian que era la mujer mas buena del mundo, y decian los curas del lugar que cuando muriera doña Maria la iban a canonizar. En el cielo Maria ya era conocida, y estaban ansiosos los santos esperaban su muerte para recibir esa alma tan pura y buena. Un dia muere Maria, y en el cielo, los santos visten sus mejores galas, preparan un gran festin con la santa orquesta del ayuntamiento del Cielo, y todos, parados en uno de los miradores, observaban hacia abajo en espera de Maria. San Juan el Bautista dice: “Ostias, si creo que la he visto y viene a gran velocidad” “Si, es cierto, viene como zepelin!” – dijo San Jose. San Pedro iba calculando la distancia que faltaba para que Maria llegase: “Viene como a doscientas yardas… ciento cincuenta…… cien…….. setenticinco……. cincuenta…” la gente aplaudia, la orquesta tocaba “25…. aqui viene maria……” Pero Maria paso el cielo de largo y seguia subiendo y subiendo, y de repente grita San Pedro con voz aterrorizada: “MARIA, DECID UN COÁ‘O