El pedo del vasco

En una noche tranquila en un caserío cerca de Bilbao, se oye un enorme pedo.El hijo pregunta:-Padre, has sido tu?-Si, hijo mío, he sido yo.-Ya, ya me parecía mucho pa la mula!!

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Vascos ligan con francesas

Estaban dos vascos de pueblo en el campo, cuando de repente se les acercan dos francesas y les dicen:– ¿Ustedes querer follar?Y dice uno de los vascos:– Ostia Pachi que estas quieren echar un quiqui.Se van a acercar a las francesas y les dice una sacando un preservativo:– No, no

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Un andaluz en una farmacia de Bilbao

Entra un andaluz en una farmacia de Bilbao:– Hola, buenos días. Me da una aspirinita…– Qué leche aspirinita, chaval. Aquí una Aspirinota y te la llevas rodando pues…– (Joer…) Bueno, vale y me da también un jarabito…– Pero ¿qué dices?. En la farmacia del Patxi un Jarabote en garrafa y

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Catalán donante de sangre

Esto es un catalán que esta escuchando la radio y decide acudir a una llamada de auxilio para un hombre que ha tenido un accidente, y que necesita un donante de sangre.El hombre que necesitaba la transfusion es un andaluz, que agradecido por salvarle la vida, le regala un cortijo

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Saludable

– Soy una persona muy saludable.– ¿Haces mucho deporte y comes sano?– No. Es que la gente me saluda por la calle y yo… pues les devuelvo el saludo.

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Médico en la tempestad

Llovía torrencialmente y hacía un frío del carajo. A las dos de la mañana suena el teléfono en casa del médico. Dígame, pregunta el doctor. Doctor, dijo la voz del paciente, ¡Venga enseguida! ¡Creo que voy a morir! El médico se vistió apresuradamente, salió a la calle y caminó 5 Km hasta la casa del paciente. Llegó, lo examinó con detenimiento y le preguntó seguidamente: ¿Ha hecho ya testamento? No doctor, respondió pálido el paciente. ¡Hágalo enseguida! ¡Llame inmediatamente al notario! ¿Tiene parientes? Sí. doctor. ¡Llámelos inmediatamente! Usted cree en Dios, ¿verdad? Sí, doctor. Haga venir inmediatamente a un sacerdote. Pero doctor, ¿quiere decir entonces que estoy a punto de morir, que estoy muy grave? Claro que no, estalló el médico, ¡Usted está perfectamente bien y tiene vida para largo! Lo único que me molesta es ser el único imbécil que tiene que dejar la cama a las dos de la mañana, en una noche como esta, para venir hasta su casa.

Lectura del contador

Tocan, de pronto a la puerta: – Pom, pom. – Quién es?- contesta el hombre de la casa. – Soy el del gas, ¿Puedo leer su contador? – Oiga, ¿Y no preferiría una novela?