Un grupo de monjas se va a confesar. La primera se acusa de haber visto la polla de un hombre, asi que el cura la manda que se lave los ojos con agua bendita. La segunda se acusa de haberle tocado la polla, asi que el confesor la manda que se lave las manos con agua bendita. Las dos monjas se encuentran en la pila y se estan lavando, cuando llega la tercera monja que se pone a mirar alrededor sospechosamente; poco despues llega la cuarta, gritando : – Eh, para, para, si crees que voy a hacer gargaras con ese agua despues de que te laves el culo, lo llevas claro !