Un tío que llega a un bar y se sienta en la barra:
– Hola quería una caña por favor
Al rato el camarero le sirve un barril gigantesco de cerveza. A esto el hombre le dice:
– Oiga, que yo sólo he pedido una caña, no un barril
– No pasa nada, es que en este bar somos muy exageraos para todo
Cinco minutos después al hombre le entra un poquillo de hambre:
-Oiga, me puede poner unas aceitunitas
Al rato el camarero le trae un olivo entero
– Es que ya sabe en este bar somos muy brutos y exageraos.
Poco después, hinchao de tanta cerveza y tantas aceitunas, al tío le entran ganas de ir al lavabo:
– Oiga, ¿el lavabo por donde está?
– Si mire, coge ese pasillo, la primera a la derecha, la segunda a la izquierda y luego la puerta de la derecha ok?
El tío va al pasillo, coge la primera a la derecha, la segunda a la izquierda y en vez de meterse en la puerta de la derecha se mete en la puerta de la izquierda y se cae en la piscina, y todo asustado dice:
– POR FAVOR, NO TIREIS DE LA CADENA.
Comentarios (3)
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.