Dos muchachas iban a la escuela y tenían que pasar por un tianguis donde estaba un árabe sentado vendiendo cosas. Las dos jovenes pasaron frente a el y el arabe les pregunta, con su acento árabe:
“¿Ustedes dos son hermanas?”
Y una de ellas le responde: “No, señor.”
Al día siguiente pasaron de nuevo y el árabe les vuelve a preguntar: “¿Ustedes dos son hermanas?” y una le responde: “No, señor.”
Al siguiente día volvieron a pasar y el árabe les pregunta: “¿Ustedes dos son hermanas?” y la otra joven le responde: “¡Qué no, señor!”.
Al día siguiente antes de pasar una le dice a la otra: “Si nos vuelve a preguntar le diremos que somos hermanas por que ya me enfadó.”
Pasaron y el árabe les pregunta: “¿Ustedes dos son hermanas?”
Y le contesta la joven: “Si, señor, si somos hermanas.”
Y el arabe les responde: “¡Pues no se parecen!”