Chiste Antojos de embarazadas

Una embarazada tiene un antojo de caracoles a las cuatro de la madrugada. Su marido va a un bar a por ellos, pero se encuentra con un amigo y se van de juerga.
Cuando vuelve, a las ocho, llama al timbre y, cuando abre su mujer muy enfadada, los echa al suelo y dice:
– ¡Vamos chicos!, que ya estamos llegando

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Comentarios (3)

Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!

Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.

Qué bien contado está, me ha animado el día. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.

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