Un chico recibe la visita de un amigo. Están tomando una copa, hablando de los buenos tiempos y de su amistad, cuando el cartero le entrega una carta sin remitente. La abre lentamente y no contiene más que una hoja en blanco.
– Es de mi mujer- le comenta al amigo.
– ¿Cómo lo sabes? -pregunta el amigo un tanto extrañado.
– Es que hemos reñido y no nos hablamos