Esto es un hombre que llega a su casa después de una jornada de trabajo, y ve a su esposa muy angustiada que corre hacia él gritando:
– ¡Mi amor…,! ¡Mi amor…,! ¡A mi madre le ha picado un alacrán!
– Y el esposo asombrado exclama:
– ¿Cómo que un alacrán? ¡Si yo le he puesto cuatro en la caja!