Naufraga un barco y sólo se salvan tres personas: Un matrimonio jóven y un ligon de cuidado. Consiguen llegar a una isla en la que sólo hay un cocotero y el ligón se propone ligarse a la chica, así que propone un plan:
– Vamos a turnarnos para subir al cocotero a ver si pasa un barco que nos rescate. Subo yo primero.
Total, que se sube y de repente mira abajo y grita:
– ¡Eh! ¡Vosotros! ¡No hagais guarreridas!
El matrimonio, que no estaba haciendo nada, se mira extrañado, pero el ligón sigue gritando desde lo alto del cocotero:
– ¡Eh! ¡Pero bueno! ¡Que no es el momento ni el lugar!
Así siguen una hora hasta que el ligón se baja del cocotero y le toca subir al marido. El ligón, que es un fiera, se liga a la esposa y al poco ya le está haciendo el amor. Justo en ese momento el marido, que está en lo alto del árbol, mira abajo y grita.
– ¡Eh! ¡Es verdad! ¡Desde aquí arriba parece que esteis haciendo guarreridas!

Comentarios (3)
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Seguid publicando más, que alegran un montón. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
¡Qué puntazo de chiste! Seguid publicando más, que alegran un montón. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.