Esto es un camellero que va por el desierto y esta completamente
desesperado porque hace dos años que no ha tocado mujer, asi que decide tirarse a su camella. Se baja, se acerca por detras, y cuando va a empezar la camella da unos pasos para adelante. Frustado, el hombre vuelve a intentarlo más rapido, pero la camella tambien se aparta más rapidamente.Intenta sujetarla por las bridas, pero son demasiado cortas y no llega; va probando varias ideas, pero ninguna le funciona.
En esto que se le aparecesu hada madrina; es una jovencita rubia, con unos ojos preciosos, esta buenisima, y le dice sugerentemente:
– Hola, soy tu hada madrina. Pideme cualquier deseo y te lo concedere.
– Cualquier deseo ?
El hada le dice coquetamente :
– Si, cualquier cosa que quieras.
– De verdad que me vas a conceder cualquier deseo ?
El hada le guiña un ojo y le dice suavemente :
– Que si, tonto, lo que quieras.
El camellero se lo piensa un poco, se pone colorado y le dice :
– Entonces… te importaria sujetarme a la camella un momentito ?
Chiste Desesperación
Compártelo con quien quieras
+ DE
0
CHISTES
Visita nuestro nuevo proyecto
Categorías
- Se abre el telón…
- Chistes verdes
- Chistes provinciales
- Chistes machistas
- Chistes informáticos
- Chistes feministas
- Chistes de religión
- Chistes de profesiones
- Chistes de políticos
- Chistes de personajes
- Chistes de lepe
- Chistes de Halloween
- Chistes de filosofía
- Chistes de familia
- Chistes de deporte
- Chistes de carretera
- Chistes de Borrachos
- Chistes de animales
- Chistes de amigos
- Chistes cortos
- Chistes con moraleja
- Agregar chiste

Comentarios (3)
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
¡Qué puntazo de chiste! Deberían hacer una serie solo con chistes como este. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.
Qué bien contado está, me ha animado el día. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.