Un hombre va a visitar a su esposa que llevaba varios años en coma. En esta visita decide acariciarle el pecho izquierdo en vez de sólo hablarle. Haciendo esto, a ella se le escapa un suspiro. El hombre sale corriendo para decírselo al doctor, y éste le dice que es una buena señal y que pruebe a acariciarle el pecho derecho. El hombre entra en la habitación, le acaricia el derecho y esto hace que suspire aún más fuerte. El doctor le sugiere al hombre que vaya dentro y que pruebe con sexo oral a ver si con eso se despierta. El hombre entra, y sale a los cinco minutos diciéndole al doctor que su mujer está muerta. El doctor le pregunta qué le ha pasado, a lo que el hombre le responde:
– Se ha ahogado, doctor.
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Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Entretenidísimo, me hizo desconectar un rato.
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.
¡Qué puntazo de chiste! Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.