Estaba Eva recostada abajo del árbol de manzana, como Dios la trajo al mundo. Cuando de pronto caen dos gusanitos en el ombligo de Eva.
– ¿Hola Alex, donde estamos?
– No lo se Juanito, pero vamos a explorar esto, tu te vas para allá y yo me voy por acá y, en media hora nos vemos aquí, ok.
Pasa la media hora y regresan…
– ¿Haber Juanito y como te fue?
– Pues iba caminando y de pronto me tope con dos montañotas … y nada más, y tu Alex, ¿que viste? ¡porque te veo muy agitado!
– Pues iba caminando cuando de repente entre a un bosque negro, negro…
– ¿Y que más?
– Encontré una cueva y entre, cuando de pronto entro un gusanote…y me la hizo de tos… me escupió y yo lo escupí… me escupió y yo lo volví a escupir…
– ¿Y luego que paso?
– Como que me tuvo miedo porque se salio… Pero cual fue mi sorpresa, cuando salí me estaba esperando con dos piedras.

Comentarios (3)
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.