Un tren que sale de una estación se mete en el túnel y aquello que el conductor mira por el retrovisor y ve un tío agarrado a una de las puertas.
– ¡Vaya! Ya tengo otro hijo de puta haciendo “metring” en mi tren. Pues se va a enterar.
El tren comienza a acelerar pero el tío sigue agarrado.
– Joder, pues que no se suelta. Pues en cuanto llegue a la estación lo voy a inflar a hostias.
Llega a la próxima estación y el tren frena de golpe, el conductor abre la puerta y se oye:
¡Ptooooooooiiiiiinnnnngg! (el tío pasando a toda hostia hacia delante…)
– ¡¡¡Jopuuuuuuuuuutaaaaaaaa!!!
Ptoooooooooiiiiiinnnnnng (el mismo tío hacia atrás a toda hostia…)
– Abre las puertas que me has pillao los tiranteeeeeeeeeeessss
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Comentarios (3)
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Seguid publicando más, que alegran un montón. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.