Llega el inspector de Hacienda a casa de uno que era rico y aficionado a las apuestas, y le demanda que debe a la administración un montón de dinero.
“Caballero, debe usted 25.000€ a Hacienda, y vengo a cobrarlos de los contrario pasará a disposición judicial por estafa al Estado.”
“De acuerdo, pero si no le importa antes me gustaría apostar con usted.”
“¿Cómo dice?”
“Me apuesto con usted 50.000€ a que tengo los testículos cuadradros, con forma cúbica.”
“Oiga, eso es imposible.”
“Pues si cree que es imposible apueste, yo apuesto 50.000€ a que los tengo totalmente cuadrados.”
“De acuerdo, los apuesto.”
“Pero para una apuesta tan fuerte, para evitar malentendidos, mejor vamos a un abogado para que testimonie la apuesta, ¿verdad?”
“Buena idea.”
“Vamos, pues.”
Y establecida la apuesta se dirigen a un abogado conocido por el rico apostador. Una vez allí…
“Bueno, pálpeme los testículos y ya verá lo cuadrados que están.”
Se pone el inspector a tocar y nota unos genitales normales y corrientes.
“Ja, ja, jaaa, ha perdido la apuesta, tiene los testículos ovalados como todo el mundo, me debe un montón de pasta!!!”
“Sí, de acuerdo, he perdido.” y le dice al abogado: “ahora tú dame los 100.000€ que apostamos a que el Inspector de Hacienda me tocaba los cojones.”

Comentarios (3)
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.