En el bar:
– ¡Un cortado!, pero el camarero le pone una copa de coñac.
– ¡Le he pedido un café y no un coñac!
– Señor, es que aquí servimos a lo loco.
– El cliente bebe malhumorado la copa u, para para pagar, se arranca un botón, lo deja sobre la barra y se dirige a la puerta…
– Señor, señor, grita el camarero.
– Yo también puedo pagar a lo loco ¿no?, se vuelve enfadado el cliente…
– No, no es eso, ¡es que se deja las vueltas!
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Comentarios (3)
¡Qué puntazo de chiste! No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día. No puedo dejar de sonreír, qué bueno.
Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.