Chiste Ajos prodigiosos

Una rata bastante mema debuta como agente de tráfico y se

presenta en el cruce que le han asignado con una ristra de ajos.

Un automovilista curioso que está esperando en el semáforo, le

pregunta:

—¿Para qué le sirven esos ajos?

—A mí, para nada —responde la rata—, ¡pero he oído decir que los

ajos van muy bien para la circulación…!

Valora este chiste !!!
[Total: 0]

Dejar un comentario

Compártelo con quien quieras