Llega un borracho a una pensión y pide una habitación;
Lo siento señor pero lo unico que le puedo ofrecer es una cama en una habitación compartida,hay un señor negro pero es buena gente y no va a tener problemas con él;
Bueno ,pues vale pero tiene que llamarme a las 7 de la mañana que me tengo que ir;
Muy bien señor le llamaremos a las siete;
Se acostó sin que el negro le oyera pero al poco rato empezó a roncar y lo despertó y el negro desesperado cogió un cepillo con betun, le pintó la cara y se fue.
A las siete de la mañana le llamaron para que se levantara y al ir a lavarse se vió en el espejo y dijo: Hay que ser gilipollas, esta tia en vez de llamarme a mi va y llama al negro.
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Comentarios (3)
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
¡Qué puntazo de chiste! Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. Seguid publicando más, que alegran un montón. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.