Una novicia del convento está escribiendo una carta y comienza:
Querido Monseñor:
Al darse cuenta de que el Obispo puede mal interpretar sus palabras, vuelve a empezar.
Excelentísimo Monseñor:
Recapacita pensando que es demasiado formal y pone:
Sr. Monseñor:
Este título le parece muy mundano.
Así que probando varios títulos, decide que el mejor es:
Don Monseñor.
Para asegurarse de no meter la pata, le pregunta a la Madre Superiora:
– Madre, ¿Monseñor se pone con Don?
– Claro que se pone condón, si no, este convento sería una guardería…