Pereza

Dos amigos se encuentran por la calle y uno le pregunta al otro:

—¿Qué tal va tu problema con la pereza?

—¡Estoy curado! —responde el amigo—. ¡Encontré un doctor que

me prometió acabar con mi problema en un tiempo récord!

—¿Y ha funcionado el tratamiento?

—¡Ya lo creo! ¡Me presentó una factura tan elevada que tuve que

venderme el coche para pagarla y ahora voy caminando a todas

partes!

Corte y confección

—¡Maldita sea! —se lamenta un chico—. ¡No hay quien le haga

entender a mi abuela que una impresora de agujas no es lo mismo

que una máquina de coser! ¡Ya es la tercera vez que me la rompe!

—Pues desconéctala de la corriente —le sugiere un amigo.

—¡Sí, hombre! —le replica el otro—. ¿Y entonces cómo me coserá

el dobladillo de los pantalones?