La rana y el viejo

Iba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus
pies una débil voz.
Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una
ranita:
– ‘Soy una princesa hermosa, erótica y sensual,
diestra en todos los placeres de la carne y el amor.. La reina mala,
envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero si me das un beso,
volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que
mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir’.
El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo.
Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:
-¿Qué? ¿No me vas a besar?
– ¡No! -Respondió el viejecito
– A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual!

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El sueño del niño

Iba una vez el niño con el papa en el auto de viajes. En el viaje ven una casa muy hermosa y grande y el papa le dice al hijo: Mira hijo ese hijo de puta tiene la tremenda casa.
Mas allá ven pasar un auto ultimo modelo y el papá le dice al hijo: ”Miras hijo ese hijo de puta tiene el mejor auto”
Y después al final ven a un caballero que tiene mucho dinero y el papá le dice al hijo: ‘Mira hijo ese hijo de puta es millonario

Llegan a la casa y el papá le pregunta: ¿Hijo que te gustaría ser cuando grande?.. el hijo le responde : Me gustaría ser hijo de puta.
Papá: ¿Y por que?
Hijo: Por que todos los que son hijos de puta son los que más dinero tienen.

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