Cura adivino

Una joven llega al confesionario, el cura escucha el crujir de la madera y abre la ventana.
“Ave Maria Purisima.”
“Sin pecado concebida, Padre.”
“Acúsome Padre de estar con mi novio y me besó apasionadamente.”
“Bueno, te besó apasionadamente ¿y que más?”
“Me dejé llevar y me besó las tetas.”
“Bueno, te besó las tetas, ¿pero que más?”
“Luego me hizo el amor.”
“Bueno, te hizo el amor, ¿pero que más?”
“En un descuido me dio vuelta y me rompió el culo.”
“Bueno, te rompió el culo.”
A lo lejos el monaguillo gritaba:
“¡Padre Benancio lo llama el Obispo, es urgente!”
“No se vaya niña, nos quedamos en que le rompió el culo eh.”
Como el cura demoraba, la chica se fue.
Luego, entra a confesarse un homosexual, justo en el momento que el cura ingresaba al confesionario.
El mariconsito se arrodilla y el cura abre la ventanita y le dice:
“Bueno, te rompieron el culo, ¿que más?”
El mariconsito sorprendido lo mira al cura y le dice:
“¡¡¡BRUJO!!!”

Aquí huele a ron

Una muchacha se va a confesar con el cura y le comienza a decir:
– Padre he venido a confesarme porque tengo muchos pecados.

El cura, que tiene problemas con el alcohol y estaba bebiendo en ese momento le dice:
– No te preocupes hija, y empieza que yo te escucho.

La joven le dice:
– Padre, anoche me acosté con Mario el novio de mi hermana. El jueves me acosté con Rubén, el vecino de enfrente.

– Continúa hija.

– Padre, aquí huele a ron.

El padre le dice:
– No hagas caso de eso y continúa.
Ella sigue:
– Padre, el sábado pasado le chupé el pito a la mitad del equipo de fútbol del colegio; me acosté con mis tres profesores de historia y… pero padre, ¡aquí huele a ron!

El cura disgustado le replica:
– Mira hija, aquí hace rato que me huele a puta y yo no he dicho nada.