Chistes de profesiones

Chistes de profesiones, chistes de albañiles, chistes de campesinos, chistes de profesores, chistes de humor de profesiones.

¿Quien es el jefe?

Cuando se creo el Cuerpo Humano, todas sus partes querian ser “El Jefe”. El cerebro dijo: “ya que controlo esto, y ademas pienso por todos,yo deberia ser El Jefe”.

Los pies dijeron: “ya que nosotros transportamos el cuerpo donde desea el cerebro, y le permitimos asi hacer lo que quiere, nosotros deberiamosser El Jefe”.

Las manos dijeron: “ya que nosotras hacemos todo el trabajo, y ademas ganamos dinero para mantener el cuerpo, deberiamos ser El Jefe”.

Y asi siguieron El corazón, Los Ojos, Las Orejas, Los Pulmones…
Por fin, El Ojo del Culo hablo, y pidio ser El Jefe. Las otras partes del
cuerpo inmediatamente se echaron a reir ante la idea de que un ojo del culo pudiera ser El Jefe.

Entonces, El Ojo del Culo monto en colera, se cerro, y se nego a funcionar.
Rapidamente el cerebro enfebrecio, los ojos se pusieron bizcos y vidriosos,los pies demasiado debiles para andar, las manos colgaban sin fuerza y el corazón y los pulmones luchaban por sobrevivir. Suplicaron todos al cerebro que cediera y permitiera al Ojo del Culo ser El Jefe.

Asi se hizo. Todas las partes del cuerpo hacian su trabajo mientras el ojo del culo les dirigia y se ocupaba principalmente de la mierda, como todo jefe digno de ese titulo.

*MORALEJA:
No hace falta ser un cerebro para llegar a ser jefe, basta con saber
controlar la mierda convenientemente. Un Ojo del Culo tiene claramente más posibilidades. Y si no, mira a tu alrededor para convencerte.

Peluquería

Un hombre va a la peluqueria y le dice al encargado:
– Mire, yo quiero que me corten el cabello de la siguiente manera; del lado derecho me deja el cabello a mitad de la oreja, del lado izquierdo que se vea toda la oreja. En la parte de atras corte sin mirar, que se vean varios mechones menos. En la parte de arriba me corta mucho, si se puede ver el cuero cabelludo mejor todavia. Y en la parte frontal me deja un flequillo que llegue hasta la nariz.
– Pero señor – dice el peluquero – ese corte es muy raro, no lo puedo hacer.
– Como que no? Asi me quedó la última vez que vine acá!