Chistes de profesiones

Chistes de profesiones, chistes de albañiles, chistes de campesinos, chistes de profesores, chistes de humor de profesiones.

Qué te sucede querido

Una mujer que se despierta por la noche y ve a su marido sentado en la cama, parece sumergido en sus pensamientos, con la mirada puesta en una pared.

Ella le mira y ve que le caen lágrimas de los ojos, y le pregunta:

– ¿Qué te sucede, querido?, ¿porqué estas así a estas horas de la noche?.
El marido le responde en un tono solemne:

– ¿Recuerdas…, ya hace 20 años que nos comprometimos, tu sólo tenias 17 años?

La mujer responde:

– Sí, lo recuerdo querido…, como si fuera ahora.

– ¿Recuerdas cuando tu padre nos pilló haciendo el amor…, en el asiento trasero de mi coche?

La mujer responde:

– Sí, lo recuerdo amor…, como si fuera ahora.

El marido prosigue:

– ¿Recuerdas cuando tu padre me apunto con la escopeta y me dijo: ¡¡O te casas con mi hija, o te envío a la cárcel por 20 años?

Ella contesta con voz muy suave:

– También me acuerdo de eso querido.

Entonces el marido se seca las lágrimas de las mejillas y dice:

– ¡¡¡Hoy hubiese salido libreee…!!!

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Romeo y Julieta

Estaban Romeo y Julieta en una noche muy romántica, con luna y en un lugar muy alejado y privado y mantenían la siguiente conversación:

Julieta: Romeo ¿no quisieras que coja tu miembro con mis manos y lo acaricie a él y a tus bolitas, para que sientas placeres enormes?

Romeo: ¡Como se te ocurre, amada mía! ,¿Cómo vas a usar esas manos tan puras para algo así? No, no, de
ninguna manera.

Julieta: Romeo, amor mío, ¿no quisieras que coja ese miembro tan varonil, y lo ponga entre mis piernas o entre mis senos, y te haga llegar a niveles de placer jamás alcanzados por humano alguno?

Romeo: ¡Jamás!, nunca permitiría que esas partes tan tuyas, tan blancas y sin mancha, puedan ser tocadas por esa parte tan sucia de mi cuerpo. No, dueña mía, ¡jamás!

Julieta: ¡Ay, amado mío!, ¿No quisieras entonces introducir ese gran pedazo de carne tuya, dentro de mi boca y que con esto, logre estremecer tu cuerpo y alma con tiernas y locas caricias?

Romeo: ¡Nunca jamás!, no puedo pensarlo siquiera, que mi miembro varonil toque esa boca tuya que solo
dice cosas hermosas y canta a viva voz tu amor por mi.

Julieta: Bueno Romeo, entonces vamos a tener que pensar en otra cosa, porque a mí, ya me está doliendo
mucho el CULO!

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