Chiste Cura y monja

Estaba un sacerdote manejando hacia su parroquia y en la carretera se encuentra con una monja conocida, para y le dice:
“Madre, suba que la llevo al convento”.
La monja sube y se sienta en el asiento del copiloto, hace un cruce de piernas y el habito se le abre un poquito y se le ve la pierna.
El padre se le queda mirando y sigue manejando, al rato le toca la pierna y la monja le dice:
“Padre acuerdese del Salmo 129″.
El Padre le pide disculpas y sigue manejando.
Al rato otra vez le toca la pierna y la monja le dice:
“Padre, acuerdese del Salmo 129″.
El Padre se excusa diciendo:
“Perdoneme Hermana, pero usted sabe, la carne es debil”.
Despues de un rato la monja se baja y el Padre llega a su parroquia.
Va rapidamente a buscar en la Biblia, el Salmo 129.
Encuentra el Salmo que dice…
“Seguid buscando y alla arriba encontrareis la Gloria…”
MORALEJA para los HOMBRES:
¡Entiendan de una vez por todas que las mujeres jamás les van a decir
que SI directamente!
MORALEJA para las MUJERES:
Si no se quieren quedar con las ganas… ¡¡¡HABLEN CLARO!!!
AMEN…

Valora este chiste !!!
[Total: 0]

Comentarios (3)

Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.

Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.

Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.

Dejar un comentario

Compártelo con quien quieras