Dos amigas se encuentran después de muchos años:
«Hola Grachi,- ¿cómo te ha ido?, – qué gusto me da verte, a los años…!»
-«Que sorpresa Mónica, cuánto gusto, qué has hecho de tu vida?»
-«Pues mira me casé con un millonario que me ha dado de todo, sabrás que me ha comprado dos mansiones, una en Guayaquil, y otra en Salinas.»
-«Divino me parece»
-«Además me ha comprado un departamento en Miami.»
-«Divino me parece!»
-«Además tenemos a los chicos en el mejor colegio.»
-«Divino me parece!»
-«Y cada vez que podemos nos vamos de vacaciones toda la familia a Miami.
-«¡Divino me parece!»
– ¿Y a ti, -como te va, -¿te casaste también con un millonario?»
-«No Mónica, yo me casé con un maestro de escuela».
– «No me digas!!
-«Si, sabrás que me ha enseñado a hablar mucho mejor!! Mira, antes yo decía «suba arriba», y ahora digo, «arriba por favor», – y antes yo decía,»entre adentro», y ahora digo, «por favor pase»
Antes yo decía «A mi qué cojones me importa», – y ahora digo…. -«Divino me parece».