Unas monjitas van pidiendo donativos y entran en el despacho de un empresario.
-¿Quiere dar algo de dinero a la iglesia?
-No -contesta el jefazo.
-¡Pero cómo es posible!.Su hijo nos acaba de dar 10 millones de pesetas.
-Ya, pero es que él tiene un padre millonario y yo no.
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Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
Qué bien contado está, me ha animado el día. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Seguid publicando más, que alegran un montón. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!