Se encuentran al cabo de mucho tiempo, dos viejas amigas en la calle:
– ¡Mari Pili, que tal! ¿Qué es de tu hija Pepa?
-Yo muy bien, y mi hija mejor, hace poco que empezó a trabajar y el jefe le ha ascendido, le ha subido el sueldo y le han puesto un piso para que no tenga que viajar tanto para ir al trabajo.
-¿Y a tu hija María cómo le ha ido?
-Pues la verdad que no tan bien, me salió igual de puta que tu hija pero no ha tenido tanta suerte.