Un niño gitano que en su primer día de colegio llega a su casa y el padre le pregunta:
– Hijo, vamos a haber, si hoy aprendiste algo. ¿dos más dos?
El niño contesta:
– Cuatro, paaa…, son cuatro
El padre gitano se pone en pie y le pega un bofetón al niño, y le vuelve a preguntar:
– ¿Cuanto son, dos más dos?
– Ayyy…, Paaaaaa…, que te digo que son cuatro.
Y el padre gitano le vuelve a dar otra bofetada al niño, y dice:
– ¡¡¡Como mañana cuando vaya a hablar con la con la maestra, dos más dos, no sean cuatro…, te vas a enterar!!!