Un matrimonio va a un ginecologo y le dice:
– Señor, es que mi mujer cuando le hago el amor no siente nada, nada de nada, por mucho que lo intente no siente nada de placer.
– Si, ¿le importaria demostrarmelo?
– No tengo problema.
Entonces comienza la pareja a hacer el amor durante 40 minutos y la mujer miraba aburrida a la pared, bostezaba sin sentir nada.
Entonces el doctor ordena que vuelvan otro dia e hicieran otra prueba.
Cuando llegan al siguiente dia el doctor ordena que entre a un negro de 2 metros con un abanico gigante, y le ordena que abanique a la mujer mientras le hace el amor su marido. Como en la vez anterior la mujer no nota nada.
Entonces el doctor le pregunta al hombre que si le importa que cambien los papeles y sea el negro el que le haga el amor y el marido el que abanique. El marido le responde que por su mujer hace lo que haga falta.
Entonces el negro saca un miembro impresionante de su entrepierna y comienza a hacerle el amor a la mujer, mientras el marido la abanicaba. La mujer empieza a chillar y a disfrutar a lo que responde el marido:
– Me cago en la puta, es que ni para abanicar sirven los negros
Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Entretenidísimo, me hizo desconectar un rato.
Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Entretenidísimo, me hizo desconectar un rato.