En el compartimento del tren, María Fernanda se sienta y coloca un cesto en el sillón de al lado. Al cabo de un rato, un señor iba a sentarse sobre el cesto, sin percatarse, a lo que María Fernanda chilló:
– ¡¡Cuidado con los huevos!!
– ¡Uy! Perdone, señora. ¿Son huevos?
– No, son agujas.
Valora este chiste !!!
[Total: 0]

Comentarios (3)
Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Qué bien contado está, me ha animado el día. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.