Enanito hace apuesta

Un enanito apuesta con una mujer corpulenta que el es capaz de satisfacerla veinte veces al día, a condición que sea a oscuras y le deje salir dos minutos cada media hora para tomar el aire. Apuesta aceptada. Al llegar al polvo quince, la mujer ya no puede más, reconoce su derrota y enciende la luz. Se encuentra en la cama con un tipo que no conoce.
– Quién eres tu? ¿Dónde esta el feo de las gafitas?
– ¿Ah, el que vende las entradas en la puerta?

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