– Esto era un hombre tan flaco, tan flaco, tan flaco…, que por flaco no tenia ni dedo gordo.
– Y éste mismo hombre era tan vago, tan vago, tan vago, que se murió y sus familiares pusieron como inscripción en su tumba: Y aquí sigue descansando…
– Esto era un hombre tan flaco, tan flaco, tan flaco…, que por flaco no tenia ni dedo gordo.
– Y éste mismo hombre era tan vago, tan vago, tan vago, que se murió y sus familiares pusieron como inscripción en su tumba: Y aquí sigue descansando…