Una noche, en el café, un sujeto comenta con los amigos:
– ¡Yo si que soy un hombre felíz!… no me imaginaba cuánto me quería mi mujer, hasta el otro día, que me enfermé y tuve que quedarme en casa.
Y los amigos preguntan:
– ¿ Y qué te hizo suponer eso? ¿qué cosa hizo ella?.-
A lo que el sujeto cuenta:
– ¡¡¡Oh!!! se sentía tan felíz por haberme quedado todo el dia en casa, que cada vez que álguien llegaba, como el lechero, el panadero, el sodero, etc., ella gritaba contentísima: ¡Mi marido está en casa! ¡mi marido está en casa!.
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Comentarios (3)
Qué bien contado está, me ha animado el día. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Seguid publicando más, que alegran un montón. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Qué arte, ojalá subáis más chistes así.
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Seguid publicando más, que alegran un montón. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.