Estaba un borracho tirado en una cantina, después de unas horas salió arrastrándose de aquel antro de perdición y se dispuso a tomar un taxi. ¡Taxi, taxi! Gritaba el borracho. Se paró un coche y se subió arrastrándose y le dio la dirección al taxista. Cuando llegó a su casa se bajó y se fue arrastrando a la casa. Tocó la puerta y le abrió su mujer que al verlo tirado en el piso le dijo: ¡Ay José! ¡Ya volviste a empeñar tu silla de ruedas!
Valora este chiste !!!
[Total: 0]
Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Seguid publicando más, que alegran un montón. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.