Una mujer que llega a su casa y encuentra al marido con un matamoscas en la mano.
– ¿Qué haces cariño?
– Aquí estoy, matando moscas.
– ¿has matado alguna?
– Sí, he matado a, tres machos y dos hembras!
– ¿Cómo sabes si son machos o hembras?
-¡ Porque tres estaban en el vaso de cerveza y dos en el teléfono!