Necesito un hombre

Un tipo se queja con su médico:
Doctor, mi esposa es frígida y no logro excitarla con nada.
El especialista saca de su botiquín unas pastillas y se las da.
Ponga una de estas pastillas en el café de su esposa antes de
acostarse y verá como reacciona ella.
Por la noche, el marido pone una de las pastillas en el café de su
mujer y piensa:
Mi mujer es muy fría, mejor le pongo dos.
Duda por un momento y decide ponerle otra más. Antes de acostarse, el
marido vuelve a titubear:
Le puse tres pastillas, ¿y si ahora no estoy a la altura? Mejor me
tomo yo también tres pastillas.
A media noche, la mujer se despierta jadeando y le reclama a su
marido:
¡¡Necesito un hombre!!
El marido, gimiendo de la misma manera, responde:
¡¡Yo también!!

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