Esta era una señora que, preocupada por los robos que había a cada rato en su colonia, decidió comprarse un perro guardián. Cuando llegó a la tienda de animales, se encontró con que a muchas personas se le había ocurrido la misma cosa: no quedaba más que un mugre perrito. Ya se iba desconsolada, cuando el dueño de la tienda la detiene:
– Espérese señora ¿Buscaba un perro guardián?
– Sí… pero ya veo que no le queda ninguno.
– Al contrario, señora: me queda el mejor de todos. Este perro sabe karate…
– ¿Como?
– Se lo voy a demostrar ¿Ve aquella mesa? Fíjese bien: ¡Karate la mesa!
Y el perrito salta en el aire, corre desaforado ¡Zuuuum!, y, a golpes y patadas ¡Zaszaszaszas!, hace astillitas la mesa.
– Ahora fíjese en la silla: ¡Karate la silla!
Zuuuum! ¡Zaszaszaszas! El perrito hace astillitas la silla.
– Increible, Dice la señora, Me lo llevo.
Llega la señora a su casa con el perrito, y la recibe, enojado, su
marido:
– ¿No que ibas a comprar un perro guardián? ¿Como dejaste que te vendieran esta porquería…?
– Pero mi amor… Este perro sabe karate…
– ¿Karate? Sí, como no ¡Karate, mis huevos…!
….¡Zuuuum! ¡Zaszaszaszas!……..

Comentarios (3)
¡Qué puntazo de chiste! El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Qué bien contado está, me ha animado el día. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Seguid publicando más, que alegran un montón. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.