Una monja iba caminando con un grupo de internas por el pasillo de un internado, cuando de repente ve un joven bien formado, desnudo y tirado en el suelo…
Sorprendida y avergonzada piensa que sus alumnas no debían ver semejante cosa y decide sacrificar su pudor y castidad sentándose sobre el cuerpo desnudo del muchacho, tapándolo con su habito.
Al poco rato de estar sentada empieza a decir:
Ay, San Eloy… esto no lo había sentido hasta hoy.
Ay, San Alejo… se me está encogiendo hasta el pellejo.
Ay, San Bartolino… siento que me orino.
Ay, Santa Marta… esto mide más de una cuarta.
Ay, San Federico… si vieras como es de rico.
Ay, San Clemente… esto si está caliente.
Ay, San Ivan… hasta las bolas se me van.
Ay, San Fernando… siento que me estoy mojando.
Ay, Santo Tomas… siento que no aguanto más.
Ay, San Bernabé… siento que ya acabé.
Ay, Santa Caruta… después de esto me vuelvo puta!!

Comentarios (3)
¡Qué puntazo de chiste! Seguid publicando más, que alegran un montón. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.
Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Qué arte, ojalá subáis más chistes así.