Una pareja que tan solo llevaba dos semanas de casados sostienen el
siguiente diálogo:
El marido, aunque se sentía feliz ya andaba con ganas de irse de
parranda, así que le dice a su mujer:
– Mi vida, ahora mismito vengo…
– ¿Adónde vas cariño…? (expresión de recién casados)
– Al bar, mi cielito. A tomarme una cervecita.
La mujer se lleva la mano a la cintura y le dice:
– ¿Quiere una cervecita mi amorcito…?
Y en eso abre la puerta del frigorífico y le enseña 25 marcas de cerveza
de 12 países diferentes: mexicanas, alemanas, holandesas, japonesas,
etc. El marido no sabe qué hacer y se le ocurre decirle:
– Ay mi pichurri… pero en el bar… tú s abes… la jarra helada..
No terminaba de decir esto cuando la esposa interrumpe diciéndole:
– ¿Quiere una jarra congelada mi amorcito…?
Saca del congelador una jarra helada, congelada, blanca… tan blanca
que hasta temblaba de frío. El marido apenado dice:
– Sí amor mío, pero en el bar sirven unas tapitas riquísimas…vuelvo
enseguida, ¿Vale?
– ¿Quiere unas tapitas mi amorcito…?
Abre el horno y el frigorífico y saca quince platos diferentes de
tapas…
Aceitunas, chopitos, patatas bravas, al alioli, cacahuetes, palomitas,
quesos, paté, caviar, carnes frías, etc…
– ¡Que buena pinta tiene! Pero caramelito… en el bar … tú sabes…
las maldiciones, las palabrotas y todo aquello…
– ¿Quiere palabrotas mi amorcito…? Entonces,
¡¡¡TE TOMAS LA PUTA CERVEZA EN LA JODIDA JARRA HELADA Y TE COMES LAS
TAPAS, PERO DE AQUI NO SALES, CABRÓN DE MIERDA!!!

Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.