Un vasco que estaba en la azotea del Empire State de Nueva York, y en esto que se asoma al vacio y dice:
– ¡cagÁ¼endiós que alto está esto!
y le da una ventada de aire y el tio se cae al vacio, una vez en el suelo se levanta y dice:
– ¡Menos mal que soy vasco que si no me mato!