Una pareja de casados que van al ginecólogo y dicen:
– Doctor, cuando hacemos el amor, mi mujer no siente nada, lo hemos intentado de diferentes posturas y nada, no siente placer.
El doctor dice:
– Ahh…, bueno haremos unas pruebas a ver que pasa. Lo primero tenéis que demostrarme como lo hacéis.
La pareja contesta:
– No hay problema.
Entonces comienzan a hacer el amor durante un buen rato, y la mujer sin sentir nada, se aburría, miraba la pared, miraba el techo, sin sentir nada.
Entonces el doctor les propone que vuelvan al día siguiente a hacer otra prueba.
Llegan al día siguiente y el doctor ordena que entre un negro corpulento de 2 metros de alto, y le da un abanico gigante, y le dice que abanique a la mujer mientras hace el amor con su marido. Y la pareja como la vez anterior nada de nada.
– El doctor entonces dice, haremos otra prueba si no les importa, cambiamos los papeles y que sea el negro el que le haga el amor y el marido que sea el abanique.
– El marido le responde, yo por mi mujer hago lo que haga falta.
Entonces el negro saca su miembro impresionante, y comienzan a hacer el amor con la mujer, mientras el marido la abanicaba. La mujer empieza a chillar y a disfrutar y a chillaaar…, y a disfrutaaar como una loca
A lo que responde el marido:
– Me cago en la…., es que ni para abanicar sirven los negros.
Comentarios (3)
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Qué bien contado está, me ha animado el día. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.