Un catalán que le ha prometido a su hija un viaje en avioneta como regalo de cumpleaños esta negociando con el piloto:
– ¿Cuánto me cobra por dar un paseo de una hora?
– Cuarenta mil pelas.
– Uf, eso es mucha pasta. ¿Y si sólo es media hora?
– Por media hora, veinte mil.
– Joder, veinte mil, ¿no tiene nada más barato?
– Pues mire, podemos hacer un trato. Si usted se sube a la avioneta y es capaz de estar completamente callado durante todo el vuelo, no le cobro un duro.
– Eso esta hecho.
Allá se suben los tres y el piloto venga a hacer malabarismos, rizos, caídas en picado, el avión boca arriba, boca abajo… y el catalán, mudo.
Por fin se cansa el piloto y aterriza:
– Oiga, me tiene usted asombrado. Mire que hice cosas peligrosas con la avioneta y ¡usted no pronunció ni una palabra!
– Si quiere que le diga la verdad, estuve a punto de gritar cuando se cayo la nena…

Comentarios (3)
Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.