“EL SALMO 129″
Estaba un sacerdote conduciendo hacia su parroquia y en la carretera se encuentra con una monja conocida…
Este se detiene y le dice:
– Madre, suba que la llevo al convento.
La monja sube y se sienta en el asiento del copiloto, hace un cruce de piernas y el habito se le abre un poquito y se le ve la pierna.
El padre se le queda mirando y sigue conduciendo.
Al rato le toca la pierna y la monja le dice:
– “Padre acuerdese del Salmo 129″
El Padre le pide disculpas y sigue conduciendo.
Al rato otra vez le toca la pierna y la monja le dice:
– “Padre, no olvide el Salmo 129″.
El Padre se excusa diciendo: Perdoneme, Hermana, pero, Ud. sabe, la carne es debil…
Despues de un rato la monja se baja y el Padre llega a su parroquia y se va rapidamente a buscar en la Biblia a ver que dice el Salmo 129.
Encuentra el Salmo que dice…
“Seguid buscando que arriba encontrareis la Gloria

Comentarios (3)
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Qué arte, ojalá subáis más chistes así.