Se celebran las Olimpiadas Especiales. En la prueba de natación sale el primer competidor, sin brazos. Se lanza a la piscina y al cabo de 3 minutos la cruza. La gente aplaude el mérito.
Aparece el segundo competidor, sin brazos ni piernas. Se lanza a la piscina y 5 minutos después cruza la piscina. La gente, emocionada por el esfuerzo del deportista, se levanta y aplaude sin cesar.
Entonces, aparece el tercer competidor, sin brazos, sin piernas y sin tronco; sólo la cabeza. Lo colocan en el lugar de lanzamiento, le ponen el gorro y se tira a la piscina.
Quince minutos después, no salía nadie de la piscina, ni se veía ningún movimiento. Entonces, los de rescate se tiraron y lo sacaron, casi a punto de ahogarse.
– ¿Qué pasó?, le preguntan intrigados.
– ¡No joda, 5 años entrenando para nadar con las orejas! ¿Quién fue el hijueputa que me puso el gorro?