El capitán de un buque mercante navega en medio de un fuerte
temporal cuando de pronto entrevé una luz frente a él y envía un
mensaje por radio:
—¡Soy el capitán del buque mercante más grande de la isla de los
Ratones y le ordeno que vire medio grado a estribor!
La respuesta no se hace esperar:
—Mejor que sea usted quien vire medio grado a estribor.
El capitán, ofendido, vuelve a enviar el mismo mensaje por radio:
—Repito: soy el capitán del buque mercante más grande de la isla
de los Ratones, y le ordeno que vire medio grado a estribor. Si no
me obedece, ¡acabará yéndose a pique!
—¡Pues yo soy el farero de Puertorratón, le estoy hablando desde el
faro, y si no vira inmediatamente será usted quien se irá a pique!
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