Un tío llama al dueño de un bar:
– Ring, ring. ¿Por favor a qué hora abren el bar?
– A las 11 señor.
Al cabo de 5 minutos.
– Ring, ring. ¿Por favor a qué hora abren el bar?
– A las ooonce.
Al cabo de 5 minutos.
– Ring , ring. ¿Por favor a qué hora abren el bar?
– ¡A las once! Pero es que tiene tanta prisa por entrar?
– No, si lo que quiero es salir!