Juan trabajaba en una fábrica de pepinos.
Llevaba trabajando allí bastantes años, hasta que un dia llegó a su casa y le confesó a su mujer que tenía una terrible compulsión.
Tenía unas ganas terribles de meterle el pene a la cortadora de pepinos.
Su mujer le recomendó ir a un terapeuta sexual para superarlo, pero el decidió superarlo por si mismo.
Al cabo de unas semanas, Juan llegó un dia a casa totalmente destrozado.
Su mujer advirtió que algo iba mal y le preguntó que había pasado.
– ¿Te acuerdas de qué té conté que tenía unas ganas terribles de meterle el pene a la cortadora de pepinos?
– Sí Juan, ¿no lo habrás hecho?
– Sí, cariño, no pude frenarme.
– Dios mio Juan, ¿qué té ha pasado?
– Me han despedido.
– No, ¿me refiero a que es lo que ha pasado con la cortadora de pepinos?
– Aahhh, a ella también la han despedido.
Chiste Juan y la fábrica de pepinos
Compártelo con quien quieras
+ DE
0
CHISTES
Visita nuestro nuevo proyecto
Categorías
- Se abre el telón…
- Chistes verdes
- Chistes provinciales
- Chistes machistas
- Chistes informáticos
- Chistes feministas
- Chistes de religión
- Chistes de profesiones
- Chistes de políticos
- Chistes de personajes
- Chistes de lepe
- Chistes de Halloween
- Chistes de filosofía
- Chistes de familia
- Chistes de deporte
- Chistes de carretera
- Chistes de Borrachos
- Chistes de animales
- Chistes de amigos
- Chistes cortos
- Chistes con moraleja
- Agregar chiste

Comentarios (3)
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Seguid publicando más, que alegran un montón. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.