Chiste Ingeniero ingenuo

Se encuentran en Paris un ingeniero, un abogado y un médico, y se van de parranda. Al calor de la borrachera, y sin darse cuenta ni como, acaban matando cada uno a un francés. La policía los detiene, los juzgan, y los condenan a la guillotina.
Llega el día de la ejecución. Sube el médico al cadalso, y el verdugo le pregunta: “¿Quiere los ojos vendados?”
“No”, responde el médico.
“¿Cara hacia arriba, o hacia abajo?”
“Hacia arriba”
El verdugo lo coloca, mueve la palanca, cae la navaja… y se atora a medio camino. Como, según la ley, si la guillotina falla hay que liberar al condenado, sueltan al médico.
Después de revisar minuciosamente la guillotina, y de hacer varias pruebas satisfactorias, suben al abogado al cadalso. Pide ser colocado igual que el médico: cara arriba, y sin venda en los ojos. El verdugo mueve la palanca… y otra vez se atora la navaja. Liberan al abogado.
Después de otra revisión de la guillotina, toca el turno al ingeniero. Éste pide ser colocado como sus compañeros: cara arriba y sin venda. El verdugo va a tirar de la palanca, cuando el ingeniero dice:
“¡Espérense tantito! Creo que ya vi en donde se está atascando la navaja….”

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Comentarios (3)

Qué bien contado está, me ha animado el día. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Lo apuntaré para contarlo en la próxima comida familiar.

Buenísimo, me hizo reír a carcajadas. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.

De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Seguid publicando más, que alegran un montón. Qué arte, ojalá subáis más chistes así.

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