Chistes de profesiones

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La mierda

Al principio de la humanidad, cuando Dios creó el cuerpo humano, los órganos vitales del mismo comenzaron a discutir sobre quien seria el jefe.
El cerebro expuso: “Yo debo ser el jefe, ya que ordeno el funcionamiento de todo ustedes”.
Los ojos argumentaron: “Nosotros deberiamos ser los jefes porque guiamos todo el cuerpo”.
El corazón dijo:”Entonces yo deberia ser el jefe, porque llevo la sangre para que todos funcioneis”.
En ese caso dijo el estómago: “Yo seré el jefe, puesto que os alimento a todos”.
Las piernas se declararon jefes, porque según ellas transportaban todo el cuerpo.
Y todos los demás se indignaron por la cuenta que les traia, cuando la mierda pidió ser el jefe.
Se rieron a carcajadas.
La mierda solo dijo:
Yo seré el jefe… y se negó a salir durante cinco dias.
El cuerpo estallaba… El estómago se sentía mal… Los ojos se nublaban… El corazón amenazaba con pararse… Las piernas temblaban… y entonces todos gritaron:
¡Qué sea la mierda el jefe!
Y desde entonces cualquier mierda es jefe.

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Los vagos

Un día, se encuentran tres ex-compañeros de clase en una taberna; y tras tomarse algunos tragos, todos empiezan a hablar de ellos mismos.
– Pues mira si soy vago que el otro día paseando por la calle me encontré una cartera repleta de dólares, y por no agacharme a recogerla la dejé en mitad de la calle.
El segundo de los amigos, por no ser menos, dijo:
– Eso no es nada, el otro día yo, yendo por la carretera, vi como se salía de la carretera un furgón blindado: dio cuatro vueltas de campana y dejó todo el arcén de la carretera llenito de lingotes de oro. Por no ensuciarme las manos y para que no me diera dolor de espalda pasé de largo: ni tan siquiera paré.
A lo que responde el tercero:
– Pues lo vuestro se puede aguantar, yo sin ir más lejos el otro día me fui al cine con la parienta y en la oscuridad, cuando me quería sentar, me atrapé los cojones con la butaca y, por no levantarme, me pasé toda la película llorando de emoción.

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